Tal y como viene sucediendo desde hace años, la ultima votación sobre autorización de un OMG dentro del Comité de la UE no alcanzó mayoría para su aprobación o rechazo, al repetirse una votación de tipo político basada en la aprobación o rechazo político-ideológico de los OGM en general, en lugar de los aspectos de eventuales riesgos y beneficios del OMG concreto. España votó a favor.

Se trataba en este caso de las patatas OMG ricas en amilopectina denominadas comercialmente Amflora, que están modificadas para que su fécula contenga prácticamente un 100% de amilopectina, mientras que las patatas convencionales contienen aproximadamente un 80% de amilopectina y un 20% de amilasa. Con ello se obtiene una fécula con una propiedades físicas distintas de la de las patatas convencionales, lo que permite que estas patatas OMG se puedan utilizar para determinados usos especiales, como la fabricación eficaz de pasta de papel, textiles o adhesivos. Los subproductos de la producción industrial se utilizarían en alimentación animal o en otros usos.

Según el procedimiento que se viene siguiendo hasta ahora, la decisión pasará ahora al Consejo, que tiene tres meses para pronunciarse y donde previsiblemente se repetirá la misma votación política sin alcanzarse mayoría a favor o en contra. Finalmente por agotamiento administrativo, y muy probablemente la Comisión aprobará su propia propuesta, tal y como viene sucediendo hasta ahora en todos los casos.