La empresa neocelandesa productora de huevos “Wellington Egg Company” ha sido considerada culpable de no proporcionar adecuado acomodo y agua a sus aves. Por este motivo, ha sido condenada a pagar una multa de 20.000 dólares. Además, su propietario, Trevor Soon Chin, ha sido condenado por crueldad con los animales y sentenciado a 400 horas de trabajo social y a no poder poseer aves en los próximos 10 años.
Esta es la primera vez que Nueva Zelanda condena a una explotación avícola por deficiencias en el cumplimento del Código de buenas prácticas de bienestar animal.
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