Madrid, 10 de septiembre de 2007.- “Se está transmitiendo un mensaje falso e interesadamente alarmista respecto a la subida de los precios de los alimentos”. Esta es la principal conclusión alcanzada por el Comité Ejecutivo de ASAJA, reunido hoy en Madrid, para analizar el incremento de precios de los cereales y su repercusión en la cesta de la compra. “La subida del precio del trigo al productor no se corresponde, en absoluto, con las subidas anunciadas del precio del pan”.
Para determinar el impacto que tiene una subida del precio de los cereales en el precio del pan – también en el de las carnes de cerdo y de pollo, animales cuya alimentación integra muchos cereales- es importante medir lo que representa el coste de la materia prima (cereales) en el precio de estos productos al consumidor.
Si analizamos el caso concreto del precio del pan, la conclusión es que se está transmitiendo un mensaje falso e interesadamente alarmista. El peso de la harina de trigo en la formación del precio del pan es entre un 20 y un 30%. La subida del trigo tendría una incidencia, en el peor de los casos, de un incremento de 2-3 céntimos de euro en el precio de la barra de 200 gramos, que pasaría de 0,60 euros por término medio a 0,62-0,63 euros. Esto es, una subida de entre el 6 y el 7 %, pero no de otros porcentajes mayores, que se han llegado a sugerir, los cuales responderían al interés de la industria de aplicar otras subidas adicionales, ajenas al incremento del precio del trigo.
Por otra parte, tampoco debemos olvidar que el capítulo de la alimentación tiene un peso relativo dentro de la cesta de la compra y por tanto su incidencia en la formación del IPC también es relativa. Mientras que en 1986 el capítulo “alimentación y bebidas” representaba más del 40% en la formación del IPC, en 2006 apenas es del 22%.
Si lo analizamos en términos de renta agraria, la evolución de la renta agraria en España y en la Unión Europea está muy por debajo de la evolución del conjunto de los sectores económicos, estando estos dos últimos años por debajo de los niveles del año 2000. Por tanto, es absurdo achacar al sector agrario la responsabilidad del aumento de precios al consumidor.
En conclusión, estamos asistiendo a una oleada de anuncios sobre subidas de precios de productos de alimentación que no guardan relación directa con lo que ocurre con los precios de los productos en origen. El papel de los intermediarios (transformadores y comercializadores) vuelve a ser determinante y desproporcionado en la formación de los precios al consumo. Así, ASAJA insiste una vez más en la necesidad de que el Gobierno ponga en marcha una Ley de Comercio que aporte transparencia en la formación de los precios agrarios y termine con las prácticas abusivas de los intermediarios.
Política de comentarios:
Tenemos tolerancia cero con el spam y con los comportamientos inapropiados. Agrodigital se reserva el derecho de eliminar sin previo aviso aquellos comentarios que no cumplan las normas que rigen esta sección.