Francia ha decidido no suspender la comercialización del maíz transgénico MON810, una vez que los organismos científicos oficiales han determinado que no existe ningún elemento nuevo que permita suponer que este tipo de maíz suponga algún riesgo para la salud o el medio ambiente.

En los últimos días se había especulado con que Francia podría prohibir este tipo de maíz siguiendo la línea política de otros países, como Hungría que suspendió la comercialización en 2005, o Alemania que recientemente ha dictaminado que solo se puede sembrar el MON810 si va acompañado de un plan de vigilancia. Precisamente la organización activista Greenpeace recientemente emprendió una campaña alarmista con este tipo de maíz, basada en un estudio realizado con muestras tomadas en España y Alemania que ha sido rebatido por las autoridades científicas de Alemania.

Francia ha sembrado este año entre 25.000 y 30.000 ha de maíz MON810 que es el único evento OMG permitido para su siembra comercial y que también se siembra ampliamente en España.

El evento transgénico MON810 consiste en una tolerancia a plagas tipo Bt por la que la propia planta segrega una toxina letal para los insectos que la devoren. Esta toxina es inocua para animales distintos de los insectos, y utilizada en pulverización es uno de los insecticidas autorizados en la agricultura biológica, orgánica o ecológica.