La Comisión Europea ha publicado un estudio denominado Biotecnología para Europa (Bio4EU) sobre el estado de las aplicaciones de la biotecnología en la Unión Europea y su contribución al crecimiento económico, la protección del medio ambiente y la salud de los ciudadanos.

El trabajo se centra en las tres principales áreas donde existen aplicaciones biotecnológicas: producción primaria y agroalimentaria; procesos industriales y energía y medio ambiente.

La producción y uso de la biotecnología en su conjunto en la UE supone una economía del 1,69% del PIB, un valor similar al de todo el sector agrario, con un incremento muy importante en los últimos años, sobre todo en el sector farmacéutico.

En el sector industrial, la aplicación de la biotecnología ha contribuido de forma significativa a un aumento de la productividad y a una reducción significativa del consumo de energía, agua y emisiones de efecto invernadero. Por ejemplo en la fabricación de antibióticos estas reducciones han sido de un 75%. En el sector de la medicina, que es donde existen más aplicaciones, la biotecnología aporta nuevos métodos de tratamiento diagnóstico.

En lo que se refiere concretamente a las aplicaciones agroalimentarias, el informe señala que las biotecnologías disponibles han mejorado la eficiencia de la producción y la seguridad de los alimentos, contribuyendo a reducir el consumo de insumos y de emisiones de gases.