Sevilla, 11 de enero de 2007.- La Asociación de Regantes de Andalucía (Feragua) ha hecho pública hoy su opinión sobre el Plan Especial de Sequía para la Cuenca del Guadalquivir, actualmente en fase de consulta. En una jornada celebrada hoy en la sede de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, el secretario de Feragua, Pedro Parias, ha tachado el citado Plan de “expropiación encubierta de los derechos de agua de los regantes legales”. Una expropiación que a su juicio se produce en beneficio de los usos de abastecimiento, del regadío ilegal y del nuevo regadío establecido en la última década que sólo tiene derechos de aguas de escorrentías. “Parece lógico y racional que un Plan de Sequía garantice agua para los usos de abastecimiento, pero no es justo que esa garantía recaiga de forma abusiva sobre las reservas asignadas al regadío, ni que se ignore el derecho concesional de cada tipo de regadío, practicando el café para todos”, manifestó Parias.
En relación con el abastecimiento, el secretario de Feragua se mostró de acuerdo en que el Plan de Sequía persiga como objetivo fundamental garantizar el agua para la población, pero no en que se hipoteque el futuro del regadío realizando una reserva de agua del Sistema de Regulación General que va más allá de lo necesario. En este sentido, consideró ilógico que se establezca una reserva fija de 500 hectómetros cúbicos con independencia de la situación de los sistemas de abastecimiento. En vez de esta reserva fija, Pedro Parias abogó por el establecimiento de una reserva dinámica, que varíe según la situación de cada uno de los sistemas de abastecimientos, de modo que siempre exista la necesaria garantía de tres años para abastecimiento. Esta reserva dinámica se traduciría en algunos casos en una restricción menor para el regadío y en otros casos en una restricción mayor, pero tanto en un caso como en otro sería más lógica y estaría más justificada. El secretario de Feragua insistió igualmente en que cuando se produzcan reasignaciones de recursos para usos urbanos, éstas deben compensar el daño o lucro cesante causado sobre el regadío, de acuerdo a lo estipulado por la Ley de Aguas.
En relación con el café para todos y la no distinción entre unos usuarios y otros, Pedro Parias señaló la incongruencia entre los objetivos que se marca el Plan de Sequía y las actuaciones propuestas, pues mientras en los objetivos se habla de “priorización de usos” según la legislación de agua y los planes hidrológicos, las medidas afectan por igual a los regantes con derechos legales, a los que sólo tienen derecho a riego con aguas invernales de escorrentías y a los que no tienen ningún derecho. En este sentido, solicitó la prohibición del riego extraordinario del olivar en circunstancias de sequía y la persecución del regadío ilegal. Asimismo, se opuso al trasvase Negratín-Almanzora mientras los regantes del Guadalquivir sufran restricciones.
Parias ofreció algunos datos para acreditar esta expropiación encubierta en beneficio de otros usos. Así, indicó que mientras en 1985, con un volumen embalsado de 1.164 hectómetros cúbicos (al 35% de la capacidad del Sistema de Regulación General), la dotación propuesta para el riego fue de 8.000 metros cúbicos por hectárea, el año pasado, en 2006, con un volumen embalsado mayor, de 1.774 hectómetros cúbicos, al 37% de la capacidad, lo dotación propuesta fue apenas 3.000 hectómetros cúbicos por hectárea, lo que impidió una campaña de riego normal. ¿Por qué estas diferencias en la dotación? En primer lugar, por un crecimiento descontrolado de la superficie de riego, muy superior al incremento de la disponibilidad de agua, del 74% frente al 24%. En segundo lugar, por la demanda para abastecimiento de poblaciones que se han conectado a sistemas de embalses que aportan garantía y calidad. Y en tercer lugar, por los riegos extraordinarios del olivar y por el trasvase Negratín-Almanzora. “Con el mismo agua, los regantes con derechos caben ahora a mucho menos. Si a esto le añadimos una reserva fija de 500 hectómetros cúbicos para abastecimiento, lo que tenemos es una verdadera expropiación encubierta de los derechos legales del agua”, argumentó Parias.
Asimismo, el secretario de Feragua manifestó el malestar del regadío por un Plan que sólo se preocupa de los efectos de la sequía sobre la población y no contiene una sola línea para paliar los efectos de la sequía sobre el regadío. “Puede que no sea el objeto del Plan, pero llama la atención que no subraye que un sistema tan deficitario como el nuestro, que exige de medidas de gestión de la sequía tan rígidas, necesita urgentemente nuevos embalses y obras hidráulicas que amplíen la oferta de agua, al tiempo que una política estricta de control de nuevos regadíos”. A juicio de la Asociación de Regantes de Andalucía, el Plan de Sequía, lejos de aportar soluciones para el regadío, lo que hace es hacer descansar sobre éste todo el peso de la sequía y todas las medidas de garantía de agua para la población, abocando a los regantes a una situación poco sostenible y, en el peor de los casos, al cierre de su actividad.
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