La forma física del pienso es esencial para mantener una ingesta óptima y un desarrollo adecuado del broiler. A pesar de que hay avicultores que piensan que da igual si el alimento está en pellets sueltos o se ha quedado apelmazado, científicos de la Universidad del Estado de Carolina del Norte tienen una opinión bien distinta. Consideran que el alimento en pellet incrementa la ingesta y reduce el tiempo y la energía que precisa el ave para ingerir el alimento, en comparación con un alimento en forme de masa, dejando más energía para que el ave la utilice en su desarrollo. Además, cuanto menor sea el tiempo que precise el ave para consumir el pienso, antes dejará libre el comedero para otras aves y se conseguirá un grupo más homogéneo.
A veces, el alimento en pellet llega al animal en forma de masa, lo que provoca un menor desarrollo en los broilers en relación con otros que hubieran consumido el alimento en pellet. Por este motivo, los avicultores deben mantener la calidad del pellet en la granja, inspeccionando periódicamente el equipo de transporte automático del alimento. Es importante garantizar una suave transferencia del pienso a lo largo de todo el sistema.
Una excesiva cantidad de pienso o un exceso de humedad puede provocar el taponamiento de la tolva o que el pienso se quede pegado en las paredes de la salida de la tolva, reduciendo considerablemente el flujo de salida. Por tanto, éste es un aspecto que es preciso revisar. También hay que evitar estrangulamientos en las líneas de alimentación.
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