Un grupo de europarlamentarios de varios países se han unido en una iniciativa para acabar con el hecho absurdo de que el Parlamento Europeo tenga sedes en dos ciudades (Bruselas y Estrasburgo); lo cual supone una importante traba al funcionamiento de la Eurocámara, además de un cuantioso gasto de dinero público.

Este hecho se arrastra desde el mismo origen de la UE y no responde más que el interés político de Francia de contar en su territorio con una sede principal de las instituciones comunitarias.

Cada mes el Parlamento Europeo se tiene que mudar por solo unos días, llevándose prácticamente las oficinas completas, un traslado cuyo coste anual de 200 millones de euros pagamos todos los europeos, y que no tiene otra finalidad que satisfacer políticamente a Francia.

El grupo de parlamentarios piden que se acabe con esta absurda situación y que la sede del Parlamento Europeo sea únicamente Bruselas. Hace falta un millón de firmas para que esta propuesta se considere por parte de la Comisión Europea.

Las firmas se recogen en todos los idiomas comunitarios en: