Barcelona, 28 de septiembre de 2005. La Federación Española de Empresarios Productores de Leche (PROLEC) agradece públicamente al presidente del Gobierno la marcha de Fernando Moraleda del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), “por haber sido el promotor de la mayor pérdida patrimonial de los ganaderos en la historia de España”, tras la intervención del mercado de cuotas lácteas -que supone una pérdida patrimonial latente de 3.026 millones de euros para los productores españoles- y la puesta en marcha del mal llamado Plan de Reestructuración del Sector Productor Lácteo (PRSPL).

El director general de PROLEC, Carlos Gil, opina que, con el nombramiento de Moraleda como Secretario de Estado de Comunicación, “Zapatero le paga sus servicios en las últimas elecciones gallegas” ya que el PRSPL, “promovido por él”, ha repartido en Galicia más del 70% de la cuota láctea abandonada. En este sentido, Gil destaca el “carácter partidista” del ex secretario de Agricultura, que envió cartas en gallego a los productores de esta Comunidad Autónoma, explicando los “beneficios” del PRSPL, “discriminando el resto de lenguas de España”, afirma el director general.

Asimismo, Gil cree que “Fernando Moraleda tiene también su premio por la falta de criterio en las negociaciones con Bruselas, al entrar en el MAPA, por haber perjudicado gravemente al sector del aceite y por la pérdida de los subsidios de Europa al campo español y, en concreto, al sector lácteo”.

Los responsables de PROLEC han criticado también “la falta de transparencia del MAPA”, por la dificultad de acceder a los datos explicativos de los resultados del Plan. Pese a que el Ministerio ha publicado las grandes cifras -2.038 explotaciones han solicitado el abandono, 330.000 toneladas de cuota-, los responsables de la Federación aseguran que “urge conocer cuáles han sido los flujos de la cuota láctea entre CCAA y la pérdida real de la misma”, para poder valorar los resultados.

Desde PROLEC, se insta al MAPA para que el nombramiento del nuevo secretario general de Agricultura se realice con criterios técnicos y no partidistas, “con objeto de dar un giro a un sector que, si no se producen los cambios necesarios, en estos momentos está destinado a desaparecer prácticamente”.