Madrid, 18 de julio de 2005.- Cientos de agricultores de ASAJA y la Confederación Nacional Remolachera (CNECRCA), procedentes de Andalucía, Extremadura, Rioja, País Vasco, Castilla –La Mancha y Castilla y León, se han manifestado en Bruselas en protesta por la reforma de OCM del sector del azúcar que comienza a discutir ésta tarde el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. Los remolacheros españoles, junto con los de 20 países comunitarios mas, convocados por la Confederación de Remolacheros Europeos (CIBE), exigen al Ejecutivo comunitario que rechace la nefasta propuesta ideada por la Comisión.

Si para algo ha servido la nefasta propuesta de la Comisión europea ha sido para aunar voluntades y provocar el más unánime de los rechazos. De los 25 países miembros de la UE, 21 han participado en la macro-manifestación de hoy y a éstos se han sumado los comités de organizaciones agrarias y cooperativas europeas (COPA-COGECA), el Sindicato Europeo de Trabajadores Agrarios (EFTTA) e incluso los países ACP (Africa, Caribe y Pacífico) y los PMA (Países Menos Avanzados).

Todos han mostrado su rechazo a una propuesta de reforma de OCM para el sector del azúcar que incluye fuertes recortes en los precios pagados por la remolacha (-39%) que no son compensados, mas que parcialmente, por la ayuda prevista. ASAJA y la Confederación Nacional Remolachera recuerdan que con esta bajada de precios no se podría producir remolacha en España, lo que supondría la desaparición del cultivo en nuestro país.

Además esta reforma supondría una grave discriminación entre productores de la UE, ya que contradice el principio básico de solidaridad de la PAC, al estar planteando una deslocalización de la producción interna sin precedentes dentro de la propia UE.

Por todo ello, ASAJA y la Confederación Nacional Remolachera exigen, y así lo ha transmitido el presidente de ASAJA, Pedro Barato, en el encuentro que ha mantenido con la ministra Espinosa en Bruselas, que el Consejo agrícola de la UE, que hoy comienza la discusión de la propuesta de la Comisión, la rechace de plano y se acabe así con tan nefastos planes para acabar con el sector productor europeo del azúcar.