En la mañana de ayer la Comisaria de Agricultura, Mariann Fischer, presentó en el Parlamento Europeo su reforma de la Organización Común del Mercado del Azúcar.

En un primera valoración, UCCL – COAG considera que las medidas que se incluyen en ella suponen el “tiro de gracia” para el cultivo de la remolacha en Castilla y León, pues con el espectacular e incomprensible descenso del precio que se plantea la inmensa mayoría de los cultivadores que se dedican a esta actividad en la región van a tener que abandonarla y buscar alternativas rentables que, en estos momentos, no existen.

La caída del precio desde los 48,19 euros por tonelada vigentes en la actualidad hasta los 25 que plantea la Comisaria va a provocar que esta Comunidad soporte unas pérdidas anuales de cerca de 100 millones de euros hasta la campaña 2014 / 2015.

UCCL – COAG considera que ha llegado el momento de que el Gobierno Español con su presidente a la cabeza se tome en serio esta situación y lo convierta, de verdad, en un problema de estado. Si hasta la fecha la Ministra de Agricultura, Elena Espinosa, aseguraba que sólo tenía sobre la mesa una filtración, nada oficial, ahora conoce ya por donde se va a mover la Comisaria en su reforma, hundiendo los precios y entregando la remolacha a países como Francia y Alemania que son los grandes beneficiados de esta nueva política agraria.

Esta Organización considera que es fundamental que, por un lado, de fortalecer las alianzas ya existentes que ya están dando los primeros síntomas de debilidad; y, por otro, buscar nuevos apoyos para echar atrás una propuesta de reforma dramática para buena tarde del sector remolachero europeo.

UCCL – COAG sigue apostando por el mantenimiento del precio como un valor seguro en la negociación de esta reforma, huyendo de la demanda de ayudas que siempre estarán pendientes de la situación financiera de la Unión Europea que como se ha apreciado en los últimos días se encuentra en un peligroso equilibrio. Además, se apuesta por la contingentación de las importaciones, algo por lo que ya están de acuerdo buena parte de los países en vías de desarrollo que se benefician de la importación de azúcar europeo, por ser interesante para ambas partes.