Nuevamente se ha reiterado a la Comisión que modifique la actual normativa de calidad de la miel, con el fin de proteger a los consumidores de mieles importadas de calidad dudosa. Esta es una petición que se viene haciendo continuamente desde hace años. De hecho, la antigua directiva de calidad de la miel del año 73 (Directiva 74/409/CE) se sustituyó por una nueva del 2001 (Directiva 2001/110/CE), que no ha conseguido solucionar estos problemas.

En el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE, celebrado esta semana, Francia y Hungría, apoyadas por las delegaciones de la República Checa, Malta, España, Luxemburgo, Grecia, Eslovaquia, Austria, Polonia, Letonia, Alemania, Finlandia, Chipre, Eslovenia e Italia consideran que la actual legislación sobre la calidad de la miel favorece las importaciones de miel de calidad mediocre. Defienden que el etiquetado del origen debe ser más claro. Mantienen que estas propuestas no tienen implicaciones presupuestarias, que el objetivo es defender los intereses de los consumidores y asegurar una buena competencia.

Como siempre, la Comisión ha reiterado la importancia de la apicultura, y ha recordado que es misión de los Estados miembro controlar las importaciones. Por la intervención de la Comisaria de Agricultura, no parece que la Comisión tenga intención realizar ninguna modificación de la actual legislación.