El laboratorio de referencia de la Unión Europea (Joint Research Center) ha dado ayer su visto bueno al método analítico para determinar si un producto de maíz contiene o no el evento no autorizado Bt10. Esta validación del método propuesto por Syngenta, y que anteriormente fue validado por el laboratorio internacional Genescan, podría suponer que se normalizaran las importaciones de corn gluten feed y de otros residuos de maíz utilizados en la alimentación animal, procedentes de EEUU.

El disponer de un método validado para saber si una partida tiene o no Bt10 era un requisito imprescindible exigido por al UE para que continuaran estas importaciones.

La Comisión Europea estableció hace unos días que las importaciones de productos de maíz procedentes de EEUU deberán ir acompañadas por un análisis que demuestre, bajo un método validado, que la partida en cuestión no contiene Bt-10, un evento transgénico del que ahora se ha sabido que fue liberado accidentalmente en una pequeña cantidad, y que no está aprobado en la UE ni en EEUU, pero no por ninguna razón que haga sospechar que suponga algún riesgo para la salud o el medio ambiente, sino por no haberse tramitado su aprobación.

España uno de los principales países importadores del llamado corn gluten feed, procedente de la destilación húmeda y de otros productos de maíz como los residuos de la destilación seca (DDG). Estos residuos de uso en alimentación animal se generan en los procesos de fabricación de determinados productos a base de maíz, tales como almidón, isoglucosa, bioetanol, cerveza, bourbon y otros

La UE importa muy poco grano de maíz de EEUU, debido a que en Estados Unidos existen variedades OMG que aun no están autorizadas en la UE, lo cual puede causar problemas comerciales. Por este motivo, la mayor parte del grano de maíz que importa la UE proviene de Argentina, donde los OMG que se cultivan son los que están ya autorizados por la Unión Europea.