La Agencia Española de Seguridad Alimentaria está elaborando un Plan Nacional Integral de Subproductos de origen animal no destinados a consumo humano (SANDACH). Su objetivo es realizar una correcta gestión de los citados subproductos, atendiendo a la normativa vigente sobre su clasificación, retirada, tratamiento y eliminación o destino.
Actualmente, este plan, que todavía está en fase de elaboración, está siendo debatido con las CC.AA. y el sector. Especialmente, se está ahora haciendo hincapié en las recomendaciones precisas para mejorar la situación actual.
El Plan ha señalado una larga lista de los problemas detectados en la gestión de los subproductos, como son la falta de uniformidad en la distribución de los destinos, ya que por ejemplo las plantas de transformación de los subproductos de categoría 1 se concentran en el Norte y las plantas de compostaje se concentran en el noreste de España. También se destaca la lentitud de los trámites administrativos para crear nuevas plantas de transformación de subproductos y de compostaje. Además, no existe un criterio homogéneo respecto de la supervisión y el control oficial en la aplicación de la normativa vigente, con importantes diferencias entre unas Comunidades y otras.
Otro de los puntos que se ha puesto de manifiesto es la falta de información existente en lo que se refiere al porcentaje de subproductos generados en mataderos que han sido tratados, eliminados o transformados. Se sospecha que porcentajes significativos de SANDACH de varias especies o quizás de todas, pueden tener como destino establecimientos no previstos o autorizados por la normativas, o bien pueden estar siendo tratados como residuos y eliminados como tales.
Existen dos tipos de subproductos. Unos que no tienen valorización comercial, que son de los que se encarga el Plan, y que han de ser recogidos, transportados y eliminados, con la repercusión económica y de gestión que esto implica. Otros son los que si tienen esta valorización comercial, como son las grasas para uso en industria química y cosmética, etc.y que no suponen un problema al tener un circuito de comercialización bien establecido.
El reglamento comunitario 1774/2002, clasifica los SANDACH en tres categorías, 1,2 y 3.
– Categoría 1 : subproductos animales con riesgo de EET, residuos de sustancias prohibidas, (por ejemplo hormonas de crecimiento) o contaminantes medioambientales (p.e. dioxinas, PCB). La tienen que ser completamente destruidos por incineración o enterrados después de un tratamiento térmico.
– Categoría 2: subproductos con riesgo de contaminación de otras enfermedades animales (animales que hayan muerto en la explotación o que hayan sido sacrificados por erradicación de enfermedades o que tengan riesgo de residuos de medicamentos) pueden ser reciclados para usos distintos a los de la alimentación animal, después de ser tratados, como por ejemplo para biogas, compost, productos químicos etc.
– Categoría 3: subproductos derivados de animales sanos sacrificados para consumo humano, pueden ser usados para alimentación animal después del adecuado tratamiento en plantas de procesado.
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