El vacuno alimentado con pastos puede proporcionar una carne con menos grasa y más ácido graso linoleico conjugado, que el alimentado a base de cereal. Estos son los primeros resultados de un estudio realizado por la Universidad de Virginia, cuyo objetivo es desarrollar prácticas innovadoras para promover los sistemas de producción basados en el pasto.

La evaluación de la carne se realiza tomando una costilla de cada animal analizado y testando sus cualidades de cocinado, sabor y contenido de grasa y hueso. La carne se analiza para controlar el contenido de minerales, vitaminas y ácidos grasos, especialmente el ácido linoleico conjugado. Los resultados han sido positivos en todos los campos. Análisis específicos han demostrado que no hay diferencia de gusto entre la carne de vacuno alimentados con pasto o con grano.