La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, denuncia los crecientes márgenes de beneficio de la cadena agroalimentaria, de la que no son protagonistas ni agricultores ni consumidores, y sí otros agentes económicos. Esta realidad se manifiesta, según UAGA-COAG, analizando la situación de los precios, donde se puede comprobar como los productos frescos suben en destino mientras se mantienen en origen.

Además, UAGA-COG señala que este elevado margen de beneficio para los distribuidores evidencia también los problemas de transparencia existentes en la comercialización de los productos agrarios, sobre todo de los perecederos. De ahí que la organización agraria exija a la Administración la puesta en marcha del doble etiquetado que tanto se ha anunciado.

Esta grave distorsión en el mercado alimentario que frena las producciones agrarias y las rentas de los agricultores por los bajos precios percibidos, introduce, según UAGA-COAG, una injustificada tensión inflacionaria que debilita el conjunto de la economía y, sobre todo, erosiona las rentas de los ciudadanos.

Ante la pasividad del Gobierno, UAGA-COAG solicita a la Administración la puesta en marcha de un plan estratégico en defensa de precios justos para los productos agrarios, que no penalice a los profesionales agrarios ni a los consumidores. Unos y otros padecen los resultados de un oligopolio formado por la distribución, que no permite que el libre mercado funcione de manera armónica; el profesional agrario recibe precios exiguos, mientras que el consumidor paga precios abusivos.

UAGA-COAG pide al Gobierno que intervenga para restaurar la cadena de valor de los productos frescos; ya que la estrategia oligopolística de la distribución genera tensión inflacionista, crisis de precios en origen, destrucción del tejido rural productivo y un descenso alarmante de la calidad y la seguridad alimentaria.