Un último estudio, llevado a cabo para evaluar el impacto de la inhalación del polvo de las granjas de porcino, ha puesto de manifiesto que ésta es una de las principales causas del descenso en la ingesta diaria por parte de los lechones, provocando una menor ganancia de peso. Hasta ahora, la opinión generalizada venía señalando a los vapores de amonio como factor fundamental en el descenso de la ganancia media diaria en los lechones.

Para llegar a esta reveladora conclusión se seleccionaron ocho lotes de lechones, expuestos a concentraciones crecientes de polvo y amonio durante cinco semanas y media. Tanto el polvo, como el amonio fueron inyectados de manera continua al aire suministrado en las granjas, de forma controlada hasta alcanzar las concentraciones a estudiar.

La primera conclusión obtenida del estudio demostraba que la ingesta de alimento por parte de los lechones, cuya ventilación estaba viciada con polvo y concentraciones de amonio, era inferior a la ingesta por parte del grupo control, siendo la concentración en polvo la verdadera causante del descenso. Valores de polvo en la ventilación superiores a 5.1 mg/m³ con concentraciones de amonio situados en un rango de 0 a 37 ppm influyen negativamente en el desarrollo de los lechones, de tal manera que el descenso de la ingesta en las primeras fases de vida afecta de manera sustancial al peso final del animal.