La interprofesional remolachero-azucarera de Francia integrada por la Confederación de Remolacheros (CGB), el Sindicato de Fabricantes de Azúcar (SNFS) y la Federación Nacional de Cooperativas de Recolección y Transformación (FCB) ha emitido un comunicado el pasado día 27 de agosto sobre su posición común respecto al proyecto de reforma de la OCM de la Comisión Europea.

Para estas organizaciones, después de la presentación del proyecto por parte de la Comisión el pasado día 14 de julio han aparecido dos nuevos elementos. El Acuerdo Marco en la negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y las informaciones oficiosas de que el Panel de esta organización sobre el litigio azucarero contra las exportaciones de azúcar de la UE por parte de Brasil, Tailandia y Australia será desfavorable para la Unión Europea.

En un probable escenario se presentarían dos nuevas obligaciones para la UE::

– La necesidad de una reducción de precios correlativa al abatimiento del arancel que se acuerde en la OMC.
– El fin de las exportaciones con restituciones a la exportación según el calendario que se negocie, y además el probable fin también de las exportaciones de azúcar fuera de cuota sin restituciones, de confirmarse el fallo de la OMC contra la UE en el contencioso y no prosperar las apelaciones que haya lugar.

En consecuencia, la CGB, la SNFS y la FCB estiman que sería inoportuna la adopción prematura de un nuevo régimen, antes de la finalización del actual en junio de 2006 antes de conocer estos elementos, ya que supondría una penalización inútil para los productores

Las organizaciones manifiestan compartir los objetivos de la Reforma; mantenimiento de una producción sostenible en la UE, mejorando la especialización y la competitividad en la producción, pero solicitan a la Comisión que tenga en cuenta el nuevo elemento de un resultado negativo del Panel sobre las exportaciones fuera de cuota. La interprofesional solicita asimismo la inclusión en la Reforma de la contingentación de las importaciones de los PMA y un fondo de reestructuración para indemnizar a los fabricantes menos competitivos que deseen abandonar la producción,.

Por último los firmantes entienden que el proyecto de Reforma penaliza injustamente a las regiones más competitivas, y que las consecuencias en Francia serían, contra toda lógica, el abandono de un 40% de su producción, el abandono de 150.000 Ha de cultivo y el cierre de 12 fábricas.