La Comisión ha dado el visto bueno a dos ayudas italianas con motivo de la situación de bancarrota de Parmalat. Una de las ayudas es concedida por la administración de Lombardía a las empresas que hubieran entregado leche a Parmalat en el último semestre del año 2003 y que no hubieran recibido pagos por un período entre 3 y 6 meses. La cuantía de la ayuda se eleva a 1 millón de euros y está administrada por el Consorzi Fidi, que la concede en forma de garantía sobre préstamos bancarios. Está limitada a 6 meses y permitirá la garantía de un montante máximo de 24 millones de euros. En un plazo de 6 meses, las autoridades italianas tienen que comunicar a la Comisión el plan de reestructuración de las empresas o solicitar la devolución de las ayudas.

La segunda ayuda italiana, instaurada por la administración central, es la suspensión del pago de las contribuciones a la Seguridad Social de los suministradores de leche a Parmalat, que no hubieran recibido pago de la industria durante los seis meses antes a su declaración de bancarrota. Cada beneficiario recibirá 995 euros, por lo que la Comisión, al ser una ayuda de mínimos, no la encuadra dentro de las ayudas de Estado.

Francia, también quiere poner en marcha una ayuda para las explotaciones lácteas que se encuentren en dificultades económicas por débitos no cobrados. La medida supone 200.000 euros para 120 ganaderos, con una media de ayuda de 1.600 euros por beneficiario. Dada la cuantía de la ayuda, la Comisión considera que es una ayuda de mínimos y que al igual que la ayuda italiana nacional no hay que encuadrarla dentro de las ayudas de estado.