7 de julio de 2004. La organización UPA considera inauditas y carentes de rigor las estimaciones que están realizando estos días los fabricantes de piensos compuestos sobre la cosecha de cereales en la región.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos se ve en la obligación de volver a denunciar la misma situación que viene repitiéndose año tras año en todas las campañas cerealistas por estas fechas, donde aparecen cifras, datos de producción y declaraciones intencionadas que pretenden provocar grandes tensiones en el mercado de cereales.

UPA apunta directamente a almacenistas y fabricantes de piensos compuestos de manipular y falsear interesadamente los volúmenes de producción para hundir los precios de los mercados y comprar barato a los productores. Sirva como ejemplo en las dos últimas campañas la asociación de almacenistas de cereales ofreció unas cifras tan distorsionadas y manipuladas que significaron un desvío del 30% por encima de la producción final.

En esta ocasión la situación es muy similar, ya que las previsiones interesadas ya apuntan a una cosecha un 20 % superior a la media de los últimos quince años, cuando la realidad de lo cosechado hasta la fecha es que se cumplen las estimaciones realizadas por UPA hace semanas que apuntan que la cosecha se situará entre los 5,7 y 6 millones de toneladas, lo que puede considerarse como una cosecha normal.

Ante esta situación de desinformación impulsada por determinadas asociaciones de almacenistas y fabricantes de piensos con intenciones claras de seguir especulando como en la anterior campaña, UPA recomienda a los agricultores que no vendan precipitadamente y que acudan a las cooperativas. De igual modo recordamos a los productores que es muy importante que escalonen las ventas con el fin de no saturar el mercado, para evitar de este modo la especulación habitual ejercida por personajes cuyo único fin es enriquecerse a costa de los propios productores.

Por último, UPA se pregunta cuándo bajarán los precios de los piensos a los ganaderos, teniendo en cuenta que ya se está utilizando cereal cuyo coste es sensiblemente inferior, en un 35 %, a lo pagado al final de campaña.