Con el fin de poder exportar carne de porcino al exterior, la Secretaría de Agricultura de Argentina ha decidido prohibir la vacunación contra la Peste Porcina Clásica (PPC), así como la importación de animales vacunados contra la enfermedad. Desde mayo de 1999 no se ha detectado la presencia clínica de la enfermedad.

Las autoridades han concedido a los ganaderos un plazo de dos meses para que dejen de utilizar la vacunación. Desde que no se vacune tendrá que transcurrir al menos un año antes de que se pueda solicitar a la Organización Mundial de la Sanidad Animal el reconocimiento de Argentina como país libre de la PPC sin vacunación.