El libro de Thomas DeGregori, » Debate sobe el Origen de la Agricultura Ecológica» (Origins of The Organic Agriculture Debate) analiza el origen de la ideología de este tipo de agricultura y de la asociación de los productos «arificiales» o «de síntesis» como algo destructivo para el medio ambiente, en contraposición a lo considerado como » natural», asociado con la defensa del medio ambiente; así como la relación existente entre la agricultura ecológica en sus orígenes con determinadas posturas políticas (anticapitalismo multinacionales etc.), un cierto misticismo (vitalismo, medicina holística y homeopática, agricultura biodinámica etc.), el sentido de «pureza» y de «contaminación» con determinados productos impurificadores, así como la pretendida superioridad de estos productos.

La agricultura orgánica, a pesar de que en algunos países como España se denomina principalmente «ecológica» aludiendo a la ciencia del medio ambiente, básicamente desconfía de la ciencia oficial, fundamentándose en lo que se estima como «natural» es considerado a priori como bueno para la salud y el medio ambiente, en oposición a lo artificial que se trata de evitar. Un mismo producto,como por ejemplo la urea, puede ser admitido si está dentro de residuos animales que la contengan pero no si se trata de urea sintetizada por el hombre.

El éxito comercial de la agricultura ecológica se basa en la creencia de muchos consumidores de que este tipo de producción suponga algún beneficio para la salud o el medio ambiente. Sin embargo ninguna agencia alimentaria oficial ha avalado por el momento esta creencia, habiéndose incluso pronunciado algunas en el sentido de que hoy por hoy no existe ninguna evidencia alguna respecto a que los alimentos «ecológicos» sean más seguros o más saludables que los convencionales. No obstante, es evidente el éxito comercial de este tipo de productos por el gran incremento de su mercado en los países de alto poder adquisitivo.