A finales de la pasada semana, el Ministro francés de Agricultura, Hervé Gaymard, pidió a la Comisión que pusiera en marcha medidas para mejorar la situación del porcino. Paralelamente, la administración francesa ha aumentado sus contactos en relación a este tema con otros países comunitarios productores de cerdos, como es el caso de Dinamarca, Países Bajos y Finlandia.

De esta forma, la administración gala quería dar respuesta a las múltiples manifestaciones que en los últimos días se ha celebrado en Francia. Los ganaderos se quejan que desde octubre el precio de cerdo está por debajo de un euro /kg que se considera como un umbral psicológico que dispara la situación de crisis. Los ganaderos franceses denuncian que en otros países no son tan estrictos en el cumplimiento de las normas de bienestar animal y medioambiente, por lo que tienen unos costes de producción más bajos, provocando una competencia desleal. Asimismo, los ganaderos han puesto de manifiesto que mientras que en otros países de la UE la producción de cerdos ha aumentando, en Francia ha disminuido.

Además de pedir apoyo a su gobierno, los ganaderos franceses han puesto manos a la obra y como ya han hecho en otras ocasiones, con éste y otros sectores han decidido solucionar sus problemas poniéndose en la frontera y tirando la mercancía de camiones procedente de otros países.