Países como Dinamarca y EEUU, grandes exportadores de carne de porcino hacia el mercado nipón, están muy pendientes de lo que las autoridades japonesas decidan en torno a aplicar una cláusula de salvaguardia. Si dicha cláusula se aplicara, se debería a las importaciones de porcino durante los meses de abril a junio de este año. Entraría en vigor a partir del próximo 1 de agosto hasta el 31 de marzo de 2004.
 
La cláusula se desencadena cuando las importaciones de un trimestre dado exceden en un 19% o más, la media para el mismo trimestre durante los tres años anteriores. El precio de entrada se elevaría de los 524 yenes/kg a los 653 yenes/kg, según la Federación de Exportadores de Carne de EEUU. En consecuencia, los productos que se verían afectados serían los que tienen un valor por debajo de dicho umbral. Según la Federación, los que más impacto sufrirían serían las carnes congeladas.